Vine a Shangri-la en busca de un entorno apacible donde realizar mi retiro personal. No sólo encontré lo que buscaba, sino que además encontré una familia con la que compartir mis inquietudes espirituales y con quien sé que puedo contar para realizar cualquier actividad espiritual que me surja en el futuro con la seguridad de que me acogerán con bondad y calidez, con empatía y comprensión de todo lo que una persona necesita para realizar este tipo de actividad. ¡Volveré muchas más veces!