fbpx

Balance del 2020

Balance del 2020, ¿Qué te hace más pensar? ¿Los finales o los inicios? En las fechas navideñas hay dos tipos de personas: las que se centran en reflexionar en el año que ha pasado (en cómo les ha cambiado, cómo han actuado, etc) y las que ponen toda su atención en planificar el nuevo año que comienza. Seas del grupo que sea, lo que está claro es que diciembre es tiempo de hacer balance del 2020, de lo que pasó y/o de lo que viene.

Diciembre es una gran oportunidad para encontrarse con uno mismo, mirar hacia dentro, como tantas veces te aconsejamos. Parar y ver, más allá de lo establecido socialmente, qué parte de lo vivido quieres que se repita, y cuál no. Qué ingredientes quieres añadir a la receta de los próximos meses y de cuáles vas a prescindir.

Estas fiestas son distintas, todos los sabemos. Pero y si, como proponíamos en la newsletter de Shangri-La (que puedes inscribirte haciendo clic aquí)

¿Cambiamos el enfoque y pensamos que son distintas como oportunidad, que vamos a poder disfrutar del regalo de lo esencial, que sino fuera porque nos han quitado lo evidente no seríamos capaces de ver que de nada nos sirve un regalo sin un abrazo, una copa sin una conversación, o un vestido nuevo sin un abuelo que te diga “guapa”?

Bienvenidos a la VERDAD, la gran oportunidad que nos ha dejado 2020 y que esperemos que no nos arrebate ningún año, ni ninguna vacuna. Ojalá que los antídotos sean efectivos para la COVID, pero  que nuestros nuevos valores resulten inmunes.

Este año 2020 ha sido como una meditación guiada a nivel global. La vida empujándonos a nuestra propia perfección, con muchos daños colaterales. Horribles consecuencias e irreparables pérdidas que no hemos podido evitar ni elegir.

Pero lo que sí hemos elegido es que palabras como “meditación en casa” , “yoga para principiantes” y “vivir con menos” hayan sido de las más googleadas en los últimos meses. Lo que sí hemos elegido es querer ser más y ser mejor, para que cuando nos lo vuelvan a arrebatar todos no nos sintamos vacios y sepamos estar cómodos con nuestra única realidad perenne: nosotros mismos.

En muchos medios hemos visto titulares acerca de cómo la ansiedad y la depresión han aumentado durante la pandemia. Desde Shangri-La le damos una vuelta a estos datos; no creemos que hayan aumentado como tal, sino que han dado la cara, se han asumido, y eso es positivo. La ansiedad y la depresión es la enfermedad más habitual de la sociedad del s.XIX, y su falta de detección y reconocimiento el gran problema. La crisis sanitaria, el confinamiento y todo lo que el COVID ha supuesto en el cambio de estilo de nuestras vidas, han hecho que muchos de nosotros nos demos cuenta que padecíamos estos trastorno que antes pasaban desapercibidos.

2020 ha llenado nuestro buzón de correo electrónico con dudas sobre nuestros retiros. Y nosotros, más allá que por los beneficios a nuestra asociación que ello nos pueda reportar, estamos tremendamente felices de lo que esto supone: un despertar generacional.

La gente no busca estímulos fáciles, de respuestas satisfactorias al momento pero pasajeras y vacías. El mundo se ha replanteado el significado de calidad de vida. Y quitándolo valor a lo material,  ha empezado a buscar en los beneficios de la meditación y la espiritualidad, que como Maria Williamson define son, entre otros: “estar conectados, aquietar la mente y asentarte en lo profundo. Cuando un alma descubre eso, descubre quién es”

También este año ha supuesto un giro en lo profesional: ¿Me hace feliz mi trabajo? ¿Estoy aprovechando mi potencial al máximo? ¿Trato bien a mis compañeros? ¿Soy buen líder para mi equipo?

Son otras de las algunas preguntas que han rondado las cabecitas de muchos de nosotros en este inolvidable 2020. Y así lo hemos recibido también en Shangri-La. El éxito de nuestros programas de coaching empresarial ha sido rotundo. La gente quiere obtener beneficios, sí, pero sin que eso suponga pasar lo valores por alto. Nada está comparado con dormir bien. Y curiosamente, como siempre decimos, al final ser buena persona es lo más rentable. Es, a fin de cuentas, una inversión a largo plazo, contigo y con tu entorno.

En Shangri-La hemos acompañado a muchos clientes, amigos y usuarios que han requerido de nuestras técnicas de coaching, yoga , mindfulness, meditación guiada entre muchas otras, para dormir mejor, para eliminar el estrés, para reorientarse laboralmente, para desconectar o simplemente para reencontrarse consigo mismo.

Nos alegra saber que  el año en el que todo cambió, fue también el año en el que más crecimos. Que justo cuando se cuestionó qué era lo realmente importante, surgimos como respuesta. Porque eso significa que hacemos un bien para todos los que nos seguís, que ofrecemos justo eso de lo que no se puede prescindir, justo lo que te regaló el 2020, justo lo que esperamos que no te quite ninguna buena racha y que como todos y en este caso Shangri-La también queremos mejorar y seguir conociendo a más personas para poder acompañarlas en su crecimiento.

Recuerda, no olvides, mantente: 2020 se llevo vidas irreparables, hizo un año a la economía brutal, paró proyectos, quemó ilusiones. Pero también nos puso de cara a nosotros mismo. Nos empujó a nuestra propia perfección. Nos obligó a elegir cada mañana entre el cielo o lo mundano y eso, amigos, es algo de lo que nunca debemos dejar que nos vacunen.

Os deseamos, de parte de toda la familia Shangri-La, unas felices fiestas y un próspero año nuevo.

Deja un comentario